Entre el gradualismo y el saltacionismo

Entre el gradualismo y el saltacionismo
El hecho de que las especies evolucionan está fuera de toda duda razonable. Sin embargo, cómo opera la evolución mantiene dividida a la comunidad científica.
   Charles Darwin defendía que las especies sufrían modificaciones en su fenotipo de una forma gradual. Sin embargo, la notable ausencia de formas intermedias en el registro fósil, dio argumentos para la aparición de una corriente denominada saltacionismo, que niega que la lenta transformación evolutiva en lo seres vivos pueda ser causa de aparición de nuevas especies.
   El genetista alemán Richard Goldschmidt, durante los años 1930-40, había criticado la teoría evolutiva gradualista tradicional, manteniendo que los pequeños cambios graduales acumulativos que sufren los organismos pertenecientes a una misma especie son insuficientes para explicar el proceso de especiación. En su lugar, defendía que el proceso evolutivo conducente a la aparición de una nueva especie tenía su origen en grandes mutaciones, las cuales resultarían en la aparición vertiginosa de nuevos rasgos fenotípicos diferenciadores. Goldschmidt no rechazaba la microevolución, pero postulaba que ésta sólo podía resultar en cambios circunscritos a individuos de la misma especie. Solo la macroevolución explicaría el proceso de especiación. Este modelo evolutivo que defendía la existencia de grandes y súbitos cambios entre una generación de individuos y la siguiente recibió el nombre de saltacionismo, por contraposición al modelo microevolutivo conocido como gradualismo.
   La principal crítica que hacía Goldschmidt a la hipótesis del gradualismo es que cambios morfológicos muy pequeños no podrían tener valor selectivo. Argumentan los saltacionistas que para que la selección natural haga su labor, sería necesario que los depredadores fuesen capaces de discriminar los minúsculos cambios fenotípicos que se producen en el marco de una evolución gradual. En este sentido, proponen como ejemplo la evolución del insecto palo, que de acuerdo con el gradualismo mantendría unos primeros parecidos muy remotos con la rama de los árboles en que habitaba. Sarcásticamente alegan que los depredadores requerirían de una visión extraordinaria para discriminar cambios tan pequeños en el insecto. Arguyen que ante cambios evolutivos tan pequeños, un depredador no tendría forma de diferenciar entre un insecto modificado y otro no modificado. El ataque al gradualismo se hizo muy notable, y necesitaba de una enérgica reacción que pudiera hacer frente a estas acometidas.
   En defensa del gradualismo, el biólogo Richard Dawkins alegaba que lo que convierte en selectivo un cambio minúsculo no son tanto las propias capacidades del depredador como las circunstancias que dan lugar a que esas capacidades pueden verse mermadas, redundando en un beneficio para la supervivencia de la presa. Así, la existencia de grados en determinados escenarios (lejanía, oscuridad, niebla, poca atención, etc.) podrían resultar en que, bajo ciertas situaciones, un insecto modificado pudiera pasar desapercibido a un pájaro depredador con una visión normal.
   Lo esencial para Dawkins es que los contextos en que se desarrollan los procesos selectivos constituyen variables continuas, y que es esta característica la condición de posibilidad de una evolución biológica gradual, continua y acumulativa.
   Las posiciones contrarias entre gradualistas y saltacionistas llegaron a ser muy encontradas, habiendo dado lugar a uno de los más enconados debates de la historia de la ciencia. Una controversia mantenida entre Dawkins, para quien la evolución biológica es un proceso acumulativo de transformaciones lentas y graduales que, eventualmente, resultan en la aparición de nuevas especies, frente a la concepción saltacionista del también biólogo Stephen Jay Gould, que en su teoría del equilibrio puntuado mantenía que los cambios evolutivos se producen con relativa rapidez, alternando con períodos más largos de cierta estabilidad. Para Gould, una especie pasa por períodos en los que no sufre ninguna transformación, interrumpidos por períodos cortos de una evolución muy intensa.
   En este contexto de explicaciones evolutivas se enmarcan las críticas categóricas a la teoría de la evolución formuladas por los antievolucionistas, los cuales a menudo postulan que el azar y la selección natural son insuficientes para explicar la macroevolución, y que es necesario apostar por un proceso teleológico dirigido por un ser superior. Basan sus principales argumentos tanto en la denominada complejidad especificada, según la cual los patrones complejos que se observan en la naturaleza gozan de una alta improbabilidad de ocurrencia, como en lo que llaman complejidad irreducible, manteniendo que un sistema complejo necesita para su funcionamiento de una serie de componentes que interaccionen globalmente, siendo que la exclusión de algunos de ellos haría arruinar el funcionamiento global del sistema.
   Dawkins ataca estos argumentos alegando la falsedad de la proposición de base, es decir, la afirmación de que los sistemas biológicos «funcionan como un todo o no funcionan». La evolución gradual habría creado diseños intermedios que no tienen la misma funcionalidad que el sistema que observamos, pero que en ningún caso habrían resultado inútiles.
   Insiste a menudo en el hecho citado de la existencia de variables continuas en la naturaleza, y defiende que pequeñas variaciones pueden resultar en pequeñas ventajas de supervivencia, las cuales harían seleccionar a aquellos individuos que gozan de esas ventajas morfológicas. Para Dawkins, ni la supervivencia es un hecho de todo o nada ni está sometida a umbrales mínimos de efectividad. Lo que él denomina «espectro continuo de infinitas gradaciones» es la causa de que el argumento de la evolución gradual sea concluyente.
   Resolver la controversia gradualismo-saltacionismo no parece tarea fácil. Las propuestas de solución más prometedoras hacen hincapié en la necesidad de estimar el lapso temporal que requerirían los numerosos pasos necesarios para construir un órgano sofisticado a partir de una versión rudimentaria de ese mismo órgano (por ejemplo, el ojo del halcón a partir del ojo del nautilus), atendiendo a la frecuencia de aparición de mutaciones y a la tasa de mutaciones positivas sobre las negativas e inútiles para la consecución del proceso.

 

9 comentarios en “Entre el gradualismo y el saltacionismo

  1. muy interesante el tema y que difícil decisión , pero me asaltan dudas : cuando dice «para la consecución del proceso» es que el resultado final lo determina el medio y el azar ? . y si lo ves de otra forma piensas que la vida está tratando deliberadamente de crear un ojo . que complicado

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  2. «Dawkins ataca estos argumentos alegando la falsedad de la proposición de base, es decir, la afirmación de que los sistemas biológicos “funcionan como un todo o no funcionan” . bueno pero por otro lado se afirma que si las interacciones fundamentales hubiesen variado en un mínimo de sus valores nada habría funcionado .

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  3. Y será posible que se den ambas posibilidades? Situaciones en que un proceso que se concluirá en 10 etapas por acumulación gradual , pero en la quinta hay un aporte o influencia del medio o simplemente una mutación y todo se adelanta ?

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  4. si los pequeños cambios acumulativos graduales existen , y son indiscutibles como también las mutaciones , entonces la controversia está relacionada con el papel determinante de estas últimas? algo así como si no hubiese mutaciones no existiría especiación?.

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  5. Desde luego no hay procesos deliberados en la evolución. Eso sería una visión teleológica de la naturaleza como si se moviese dirigida a la consecución de algún fin preestablecido, al modo como Aristóteles veía el mundo.
    Como bien dices dices es el azar y el medio (o mejor, el azar y la adaptación al medio) los que modelan los fenotipos. Pero ambos conjuntamente, ni el azar por sí mismo, ni el medio por sí mismo.

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  6. Con esa afirmación Dawkins se refiere a que los órganos de los seres vivos hay que tomarlos en su integridad, completamente, y no alegar que si algunas de sus partes no existieran el órgano no podría funcionar, que es el argumento de la complejidad irreducible de los antievolucionistas.
    Se puede ver cómo los defensores de la complejidad irreducible utilizan a menudo sus argumentos poniendo como ejemplo el flagelo bacteriano, un sistema muy complejo que para funcionar necesita de todas y cada una de sus partes.

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  7. De acuerdo con Dawkins, como explica en su libro El relojero ciego, un acontecimiento así sería altamente improbable. Pero ya sabemos que Dawkins es fiel defensor del gradualismo.

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  8. Las mutaciones, siendo importantes, no son el único motor de la evolución, como a menudo se cree. Hay otros como la deriva génica, el flujo genético o la recombinación.

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  9. «un sistema muy complejo que para funcionar necesita de todas y cada una de sus partes». se puede hacer una extrapolación con esta afirmación y considerar que la vida no puede existir sin todas las partes que conforman el universo ; me refiero a la materia-energía , gravedad , espacio-tiempo , interacciones fundamentales etc etc.

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